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11 oct 2025
12:05
La Federación de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomin) inició los estudios técnicos para concretar la migración definitiva de la cota 4.400 del Cerro Rico hacia nuevas áreas mineras ofrecidas por la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
Según un reporte institucional, presidentes y asesores técnicos de las cooperativas Unificada, Reserva Fiscal, Villa Imperial y San Juan —que forman parte de las ocho secciones que aún operan en la cúspide del macizo— comenzaron el proceso de traslado tras formalizar su decisión ante la Comibol.
La estatal minera, con autorización del ministro de Minería, Alejandro Santos, puso a disposición de las cooperativas varias zonas potencialmente mineralizadas para su evaluación.
Desde el 8 de octubre, equipos técnicos de ambas partes realizan un relevamiento conjunto de información para identificar nuevos yacimientos que cumplan con los requerimientos del sector cooperativista, priorizando áreas de alta ley y viabilidad operativa.
El presidente de la Comibol, Reynaldo Pardo, explicó que las zonas propuestas están bajo dominio legal de la estatal y cuentan con documentación actualizada sobre su situación jurídica, tipo de mineral y extensión.
La información fue entregada a los técnicos de Fedecomin junto con mapas y cuadrículas detalladas de las concesiones.
“Las cooperativas deben oficializar su solicitud de concesiones para que la Comibol proceda de inmediato con la firma de nuevos contratos, bajo el compromiso de abandonar la cúspide del Cerro Rico en el menor plazo posible”, señaló Pardo.
Por su parte, el representante de la Cooperativa 9 de Abril, Reynaldo Mamani, anunció que cada entidad minera desarrollará un estudio técnico propio para definir su futura área de operación.
El ministro de Minería, Alejandro Santos, exhortó a acelerar el proceso, subrayando la urgencia de resolver la entrega de nuevas áreas.
“Es fundamental que la Comibol actúe con rapidez para contribuir a la preservación geológica del Cerro Rico y brindar certidumbre a la población”, afirmó.
¿Por qué es clave la migración de la cota 4.400 del Cerro Rico?
La decisión de las cooperativas mineras de abandonar la cota 4.400 del Cerro Rico marca un punto de inflexión en la historia minera de Potosí. No solo se trata de una medida técnica, sino de un paso necesario para preservar la estructura del monumento natural más emblemático del país, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
Durante las últimas décadas, la explotación descontrolada en las zonas más altas del Cerro Rico generó hundimientos, grietas y colapsos internos, afectando la estabilidad de la cúspide y poniendo en riesgo tanto a los trabajadores como a la propia imagen del patrimonio potosino ante el mundo.
En 2014, la Unesco advirtió que, si no se reducían las operaciones por encima de la cota 4.400 metros sobre el nivel del mar, el Cerro podría ingresar a la lista de patrimonio en peligro, lo que habría implicado una seria observación internacional sobre Bolivia.
Desde entonces, la Comibol y el Ministerio de Minería han intentado implementar planes de reubicación para las cooperativas que aún trabajan en esa franja. Sin embargo, el proceso fue lento y conflictivo, debido a las limitadas alternativas económicas y productivas que se ofrecían a los mineros.
Ahora, con el inicio formal de los estudios técnicos y el compromiso de migración definitiva, se abre una nueva etapa. El desafío será cumplir efectivamente el retiro de operaciones en la cúspide y garantizar la sostenibilidad de las nuevas áreas mineras, sin repetir los errores del pasado.
La preservación del Cerro Rico no solo es una responsabilidad ambiental y patrimonial, sino también un acto de justicia histórica con la ciudad que dio su riqueza al mundo y hoy lucha por no perder su símbolo más grande.
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